Sebastián Galanternik en SEOcamp 2018: Cómo hacer consultoría SEO en Argentina

Sebastián Galanternik pasó por la primera edición de #SEOcamp para explicarnos cómo ser consultor o consultora SEO en Argentina. Pasó por cada etapa del proceso con clientes y cerró con varios consejos que podemos empezar a aplicar ya!

Cambios en la Xbox One: La época dorada del usuario

Luego del aluvión de críticas de los usuarios y de la prensa en general Microsoft decidió pegar un volantazo de 180 grados en cuanto a las restricciones para la Xbox One.

A pocas semanas de haber presentado su nueva consola con prestaciones más que interesantes pero con restricciones que a esta altura sonaban ridículas para la comunidad gamer, Microsoft cambió la estrategia de uso de los juegos para su nueva consola Xbox One. No habrá conexión obligatoria a Internet, no se restringirá el mercado de la segunda mano y no habrá protección regional.

Recordemos que hace pocos días desde Microsoft habían dicho que no iban a cambiar nada de su consola y que a los usuarios hay que «educarlos» para que se adapten a sus nuevos productos. Este error garrafal, en una época en la que los usuarios definen por su comportamiento el tipo de productos que eligen, podía salirle demasiado caro. Ya el anuncio y la rueda de prensa posterior fue durísima para Microsoft.

Más que nada, y queda en evidencia, fue aprovechado por Sony en la E3 de la ciudad de Los Ángeles como arma para presentar la PlayStation 4. Los japoneses no solo se hicieron fuertes en las restricciones de su competidor, sino en el precio más bajo de su nueva consola, 399 dólares, cien menos que la de su rival Xbox One.

Microsoft quiso defender su estrategia, pero desde el anuncio se quedó rengo con mucha facilidad. Queda muy en claro que consideró casi imposible una competencia mano a mano con Sony en esta nebulosa de críticas, además de un precio más bajo, y decidió recular con todo; incluso con la parte positiva que tenía su nueva estrategia relacionada con las descargas digitales.

Según confirmó Microsoft en un comunicado, ya no habrá restricciones para la reventa de videojuegos físicos o el préstamo, sin ningún tipo de sistemas de control DRM.Tampoco existirá la necesidad de que la consola se conecte cada 24 horas a Internet para poder utilizarla. Por último, tampoco existirá una restricción regional, algo que no era tan criticado como las anteriores restricciones, pero que sí fue muy atacado por algunos usuarios que acostumbran a comprar juegos importados.

Entonces, el sistema de uso de los videojuegos de Xbox One será idéntico al de PS4.Esto es lo que demandaban los gamers.

Lo negativo de este cambio de estrategia es que Microsoft también eliminó el intercambio de juegos bajados por la tienda online de la consola, algo que no permiten Xbox 360 y PS3 y que tampoco admitirá Xbox One. 

Tras los cambios anunciados, la Xbox One y la PS4 quedarán a mano, al menos en cuanto a sus características técnicas y sus prestaciones. Lo interesante del abrupto cambio de Microsoft es cómo la opinión de los usuarios en las convenciones, blogs y en las redes sociales puede transformar y cambiar un producto que todavía no vio la luz. El poder de la opinión en una era 2.0 toma fuerza y ratifica la teoría que al dispositivo lo hacen también sus usuarios, no sólo los ingenieros, programadores y diseñadores.

El usuario del siglo XXI redefine, transforma y forma parte del dispositivo que lo identifica.

 
 

La ilusión de la privacidad en Internet

por Sebastián Galanternik

Cada vez es más difícil mantener nuestra privacidad en la web. Ya no sólo hay que cuidarse de los hackers, sino de los rastros que dejamos al navegar por ciertas páginas y que ni siquiera somos conscientes de la huella que les imprimimos.

Miércoles 20:30 hs. Suena mi celular. Es un vendedor de una reconocida compañía de seguros. Pregunta por mí, le digo que sí, que soy yo. Pregunta si ayer entré a la página de la empresa para la que él trabaja y vi las promociones. Le cuento que en efecto, que estuve averiguando. Acto seguido, le pregunto cómo es que tiene mi teléfono, si yo no dejé ningún dato ni pedí que me llamaran. Me respondió con evasivas y si quería saber más sobre la propuesta.

Estas acciones por parte de las empresas comenzarán a ser cada vez más frecuentes si no somos más cautelosos con el rastro que dejamos cuando navegamos. ¿Cómo cuidar lo que hacemos en Internet y nuestra información personal?
Una de las principales cuestiones es el uso de Google. Al utilizar su potente y útil buscador, si ya no logeamos en Gmail, quedaremos logeados con su usuario en todas las búsquedas que hagamos, sitios que visitemos, actividad en Google Maps, videos que miremos en YouTube y en todos los servicios del gigante de Internet. Por esto, es recomendable, si uno quiere dejar un menor rastro, utilizar el buscador y servicios sin estar logeado. Esto lo podemos hacer activando una ventana en «Modo Incógnito» y usar nuestro Gmail en la ventana común en Chrome, por ejemplo. También es posible desde Firefox, aunque cierra la ventana «común» y deja sólo disponible la de «incógnito».
Quien también utiliza esta práctica es Facebook. La página amigable, social, de gran penetración en la Argentina cuando permanece «logeada» una vez que ingresamos con nuestra clave en el navegador continúa registrando nuestra actividad en otros sitios que visitemos. También posee nuestra información personal. Gustos, actividades, amistades, cumpleaños, teléfonos celulares, entre tantos datos que nos pide. En esta línea, se aconseja para evitar dejar un rastro con Facebook, lo mismo que con Google. Una vez que no lo usamos más, deslogearnos. Si lo mantenemos abierto mientras navegamos, hacer la navegación en modo incógnito o desde otro navegador. Por ejemplo, usar Facebook en Chrome y navegar en Firefox.
Nuestros paquetes de datos circulan por Internet por muchos caminos hasta impactar en un servidor. La información que vamos dejando pasa por miles de nodos y redes, aunque esté cifrada y sea segura, en algún punto, la red puede ser más vulnerable que en otros y existen personas, empresas, programas dedicados que funcionan las 24 horas a recabar esta información personal de cada uno en los puntos en los que los intercambios de paquetes se vuelven más «sensibles».
De todas formas, que no cunda el pánico, la información bancaria suele ir por otros caminos, servidores y nodos especiales. El Home Banking, hoy en día, es muy seguro. Aun así debemos usarlo con prudencia: siempre acceder desde nuestra computadora, no desde distintas terminales, en lo posible, conectados a Internet por cable y no por Wi-Fi y chequear la URL desde donde estamos ingresando nuestros datos personales por si el sitio no es el auténtico y estamos siendo víctimas de un ataque de phishing.
Nunca, pero nunca, hay que conectarse a redes de Wi-Fi públicas por más seguras que parezcan. Siempre hay que conectarse a redes Wi-Fi de confianza. Jamás a alguna sin clave en un bar o restaurante. Más de un hacker que puede vivir o tener un router Wi-Fi cerca de una red pública de algún comercio puede habilitar una red sin clave con el nombre de este local y al conectarnos a su Wi-Fi es capaz de interceptar nuestros paquetes de información con Internet y así robar nuestras claves y toda la información posible de nuestra notebook o teléfono celular. Es más fácil y común de lo que parece. Asimismo, por más que tengamos la clave de una Wi-Fi y nos inviten a conectarnos, si el lugar en el que estamos no es de una confianza absoluta, no es recomendable hacerlo. Es sorprendente la cantidad de software disponible y personas dedicadas a robar información personal de las computadoras y dispositivos móviles.
En relación con las aplicaciones para teléfonos celulares hay que tener especial cuidado con las de Android. No hay que descargar e instalar cualquier app por más interesante y divertida nos parezca. Muchas contienen software malicioso capaz de acceder (y con nuestro permiso si no miramos bien la letra chica) a nuestras contraseñas almacenadas en el teléfono celular, datos de navegación, mensajes de texto, llamadas realizadas, agenda, fotografías, todo lo que haya en la memoria del equipo y a todos los datos del teléfono. Por eso, hay que mirar muy bien las calificaciones, las opiniones de otros usuarios y si nos es posible, averiguar en foros e Internet si la aplicación es auténtica y no posee Malware.

 
 

La tecnología 3D entre el Blu-Ray e Internet

Imagen Por Sebastián Galanternik

Por más que se hable una y otra vez de que el Blu-Ray está destinado a morir, pareció resurgir con las nuevas televisiones 3D y con la capacidad de reproducir películas en este formato para estos dispositivos.

 

Uno de los principios de la tecnología es que después de que los usuarios se acostumbran al uso de un tipo de dispositivo, luego, en forma hasta natural, debe surgir algo superador. Lo vimos con los monitores, que fueron aquellos de pantalla negra y verde, luego naranja, monocromos hasta llegar a los actuales ultradelgados y de OLED. Lo experimentamos con los VHS, DVD y Blu-Ray.

Toda tecnología siempre se puede mejorar como consecuencia de la investigación científica basada en la curiosidad de los investigadores y también, sin caer en una ingenuidad, por las reglas del mercado que demanda que los consumidores compren productos nuevos para continuar produciendo.

Por más que se hable una y otra vez de que el Blu-Ray está destinado a morir, pareció resurgir con las nuevas televisiones 3D y con la capacidad de reproducir películas en este formato para estos dispositivos. Su calidad y sus prestaciones son superiores y únicas, aunque los costos de una televisión 3D y un reproductor de Blu-Ray para este tipo de películas, hace que no sea algo masivo. Sin embargo, el DVD HD, mucho más económico, nunca despegó. El Blu-Ray lo superó de principio a fin en una batalla que duró unos cuantos años.

El Blu-Ray 3D usa el Multiview Video Coding (MVC), una extensión del MPEG-4 AVC codec que se usa en discos Blue Ray. MVC sólo requiere para una película 3D un 50% de capacidad de almacenamiento más que una 2D, y ambos, disco y reproductor, son compatibles con los «viejos» Blu-Ray. Para obtener el deseado efecto en tres dimensiones se necesita un 3D Blue-Ray Player, anteojos especiales, y una televisión 3D, lógicamente.

El problema de este plan es que los consumidores se muestran reacios a abandonar sus Blu-Ray tradicionales y hasta sus DVDs. La tecnología de Blu-Ray 3D avanzó tan velozmente que no dio tiempo a los usuarios para migrar de un tipo hacia la otra, por los usos de una tecnología que no terminó de amortizarse y porque en comparación los DVD son mucho más baratos que los Blu-Ray. El VHS fue el estándar durante más de diez años. El DVD un tanto menos y el Blu-Ray convencional un par de años. Los tiempos se aceleran.

La posibilidad de ver una película en HD desde Internet con servicios de pago o desde el mismo YouTube compite directamente con los reproductores hogareños. Sin embargo, hacer esto por Internet no está permitido. Por lo que la costumbre de «me compro una película para ver en mi casa» suma un punto a su favor ante su mayor rival del momento.

Aún no es posible una Internet en 3D, más allá que existan numerosos, costosos y extravagantes planes de entornos en la web pensados para acceder desde monitores en tres dimensiones. Pero el camino está dibujado. Se sabe que el sendero hacia una web del futuro va por ese lado. Entonces ¿Cómo podrá competir un Blu-Ray 3D, o un dispositivo más futurista, a una Internet libre y en 3D?

Quizás se trate de una web más «privatizada», limitada y regulada con contenidos pagos en su mayoría cuando cuenten con esta tecnología. Mientras Internet sea masiva y los Blu-Ray 3D no, no habrá conflicto de competencia. Es cuestión de tiempo y de evolución tecnológica en un mundo donde el avance de estos dispositivos es cada vez más veloz y permiten menos tiempo de adaptación en los usuarios.

 

 

La Xbox One y una presentación con sensaciones encontradas

por Sebastián Galanternik

Con la Playstation 4 de Sony anunciada en febrero de 2013, aunque aún no presentada, Microsoft tuvo que tomar cartas en el asunto y decir presente en el mercado de las consolas de la próxima generación

En una conferencia en su sede en Redmond, Washington, EEUU y con la certeza de todos los presentes que el evento sería para presentar en sociedad a la sucesora de la Xbox360 y contar sobre su diseño, características técnicas y alcance, tuvo su primera aparición pública de la Xbox One. El nuevo dispositivo de Microsoft lleva este nombre en referencia a que este aparato será un «todo en uno» con el que se podrá mirar televisión, navegar por Internet y jugar.

Lo primero que se mostró de la consola fue su diseño exterior que no dejó a todos conformes, con un parecido más cercano al reproductor de un DVD o Blu-ray. Pero, seamos honestos, lo que importa es lo que hay dentro, así que hay que hablar de las especificaciones técnicas de la Xbox One.

La apuesta de Microsoft cuenta con un poderoso procesador de 8 núcleos, 8 GB de memoria RAM, una unidad de Blu-ray y 500 GB de memoria interna. También tiene puertos USB 3.0 y WiFi 802.11n con una interfaz en su diseño idéntica a la de Windows 8.
De la mano de la Xbox One se presentó la nueva versión del Kinect con una cámara de 1080p y el joystick de la nueva consola, con un diseño más estilizado en comparación al de la 360. Microsoft habló largamente sobre las muchas bondades de este dispositivo todo en uno, como cambiar de videojuegos a televisión y viceversa con la voz, como el servicio Skype integrado para hacer videoconferencias.

Ahora bien, todas estas características parecieran ser muy pensadas para un heavy user de tecnología, principalmente para los usuarios estadounidenses y los clientes japoneses. Quedará ver si todas estas implementaciones serán valoradas por el resto de los mercados. Este tipo de desarrollo a nivel mundial es una apuesta muy alta como para que sólo se le saque provecho en muy pocas regiones de las que apunta.

Luego de la enumeración de sus bondades llegó el momento de lo más importante: a qué juegos vamos a hacernos adictos. Lamentablemente, esto fue lo más flojo de toda la presentación y un punto que trajo decepciones inmediatas a la comunidad gamer.
Se anunciaron quince títulos exclusivos para la Xbox One, de los cuales ocho serán realmente nuevos ya que son franquicias a estrenar. Y, de estos, solo se vieron dos: Forza Motorsport 5 y Quantum Break, desarrollado por la gente de Remedy (los mismos de Alan Wake).

Luego salió Electronic Arts (EA) a mostrar las nuevas versiones de sus franquicias deportivas FIFA 14, Madden NFL 25, NBA Live 14 y UFC, que correrán con el motor gráfico EA Sports Ignite, programado para la próxima generación de consolas. No hubo ni un segundo de gameplay ni tráileres por cada título, solo un video con imágenes de estos juegos.

El premio al fiasco se lo llevó 343 Industries que fue anunciado con bombos y platillos en la ceremonia. Cuando se esperaban imágenes de un nuevo y ansiado Halo presentaron a Steven Spielberg, quien reveló el estreno de una que serie de Halo para Xbox Live. Nada del juego.
La conferencia cerró con Activision, que mostró un tráiler, sin gameplay por supuesto, del próximo Call of Duty: Ghosts. Lo demás, bien gracias. Nada de gameplays, nada de imágenes reales de los juegos, en fin, nada por ahora, de lo que más importa, lo que da más dudas que certezas.

Lanzamiento y precio de la Xbox One

Como frutilla del postre, como para dar más incógnitas que certezas, no se dieron detalles en torno a la consola como su fecha de lanzamiento o su precio. Tan solo se vio en pantallas un «Later this year», que puede significar, muy probablemente, que la Xbox One llegará para fin de año. Es decir, para Navidad. Lloren, chicos, lloren.

Por fuera de la conferencia ya comenzaron a correr los rumores. El único chequeado y confirmado es que no habrá retrocompatibilidad entre la nueva consola y los juegos de Xbox 360. De hecho, se adelantó que ni los joysticks ni los accesorios de la 360 servirán en el dispositivo de próxima generación. Así que si pensás comprarte la Xbox One, acá un consejo, no vendas sus Xbox 360.

Falta mucho, muchísimo, para afirmar si será un fracaso o un éxito, todavía no se sabe ni la fecha de salida ni su precio pero aún son más las cosas inciertas que las promesas de Microsoft. Lo real es que no se vio ningún gameplay, ni un segundo de juego real, los juegos de la Xbox 360 no van a funcionar, ni siquiera los mismos perisféricos y su compatibilidad de todo en uno puede ser más un estorbo que una cualidad de lo que efectivamente quiere el gamer: jugar.

Habrá que esperar a ver si este gusto a poco que dejó la presentación de la Xbox One, la primera consola de Microsoft después de ocho años, es algo del momento o no.

Por qué los blogs no van a desaparecer

Por Sebastián Galanternik

 

Renombrados personajes de Internet predicen cada tanto qué ocurrirá con la web en un corto plazo. Muchas apreciaciones son acertadas y vale la pena tenerlas en cuenta. Sin embargo, y en forma constante, lo que despierta la alarma o la curiosidad de quienes seguimos de cerca estos temas es cuando se decreta la muerte de algún tipo de plataforma o de servicio por Internet.

Con los cambios en el algoritmo de Google, especialmente el Penguin y el Panda, se sentenció la muerte del SEO, es decir, de las optimizaciones en sitios web para que posicionen lo más alto en los resultados de búsqueda de los buscadores. Hoy en día, la optimización para conseguir posicionamiento orgánico sigue siendo tan importante como hace un año atrás. También ocurrió con las publicidades del tipo de AdSense, por las que se salió a decir que el eMail Marketing se encontraba en coma. Últimamente, y a partir de un estudio de la La Pew International and American Life Project, que arrojó información muy negativa para los blogs, muchos “Gurúes de Internet” sentenciaron de muerte a los blogs. Aquellos baluartes de la libre expresión online, dueños de la idea de que cualquiera puede tener una página y subir lo que quiera en cualquier momento. Aclamados por teóricos y primer hogar de muchos sitios que hoy tienen fama y reputación mundial se ven amenazados por nuevas profecías en base a un par de datos estadísticos.

El estudio en cuestión, llamado “Generations Online” muestra que el correo electrónico es usado por casi todos los usuarios de Internet pero el descenso del número de blogueros es muy significativo. En 2006 el 25% de los jóvenes en los Estados Unidos tenía su blog. Seis años después, sólo el 14% tiene uno de estos sitios. Las personas de entre 18 y 33 años se volcaron a Twitter y Facebook. El único grupo que aumentó la cantidad de blogs es el de la franja de 34 a 46 años, que subió de un 10 a un 16 por ciento. Cabe destacar que el 11% de los usuarios de Internet estadounidenses entre 46 y 64 años tienen un blog.

El e-mail es usado por el 73% de los jóvenes pero para comunicaciones formales o para ponerse en contacto con adultos. Es que los más chicos ya optan directamente por las redes sociales. Como dato curioso, el informe arroja que el 16% de los usuarios estadounidenses de Internet mayores de 74 tiene un perfil en alguna red social.

¿Por qué los blogs pierden popularidad, cuando hace algunos años su éxito era incuestionable? La explicación puede estar sostenida en varios pilares.

El auge de las Redes Sociales:Publicar un blog en una comunidad en la que no están nuestros conocidos ya no tiene sentido. Es más fácil y directo llegar a una audiencia al compartir en Facebook. Aunque las notas de esta red social no son tan comunes siempre son una opción. Si comparamos las opciones que ofrece un post tradicional a una nota en Facebook, la primera gana con amplitud debido a todo lo que se puede configurar e integrar. Las redes sociales pueden ser utilizadas como una herramienta para compartir lo que se escribe en un blog.

Aspecto audiovisual: Con la integración de cualquier dispositivo multimedia y la facilidad de configuración de estos elementos que pueden insertarse en una entrada, el texto plano ya no llama la atención del visitante. Para captarlo, hay que involucrar la mayor cantidad de elementos, sin perder de foco la estética y la utilidad. A veces un video, sobra, cuando no explica nada y abruma al usuario. Las infografías demuestran, estadísticamente, ser el contenido interactivo más consultado cuando aparece una en un sitio web.

Contenido:
 Un contenido corto, conciso y claro se consume con poco tiempo y es mucho más efectivo. Esto explica en parte el apogeo de Twitter y otras plataformas de microblogging.
No se puede asegurar la muerte de los blogs. Se calcula en el mundo que hay 152 millones de blogs. Sin embargo la creación de nuevos blogs comenzó a desacelerarse. En 2007 se duplicaba la cantidad de páginas de este tipo cada seis meses. Hoy crece su número muy marginalmente.
Los blogs no morirán, están cambiando su función. Son el centro, el corazón de una idea, de un contenido publicado y más producido de lo que puede quedar en una entrada de Facebook o de un Twitt. Lo que sí, sin compartirse en redes sociales, su utilidad queda caduca. Su sentencia de muerte es prematura, sí habrá una menor cantidad de nuevos blogs de las que estamos acostumbrados, pero el eje de su utilidad y la forma en la que se usa se corrió. Perdieron popularidad, pero ganaron en utilidad. Ya no importa tanto quienes comentaron una entrada, sino cuantos me gusta tiene ese enlace en Facebook y cuantas veces fue twitteado o compartido. Hasta dónde llegó ese post ya es completamente medible y mesurable. Todo cambia y se transforma, también en Internet.